Autor: Guillermo Calva Márquez
La Catedral de Ciudad de México se considera de las construcciones más importantes de Latinoamérica por contar con unas proporciones magníficas que la hacen ser una obra maestra. Enmarca el costado norte del Zócalo Capitalino y es el monumento más famoso y representativo del Centro Histórico de la Ciudad de México. Una de las cosas más llamativas es que durante su construcción se reunieron un compendio de estilos arquitectónicos.
Descubre con Ingeoexpert todo lo que necesitas saber sobre la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. Una construcción que tuvo sus inicios durante la conquista española y que duró 200 años.
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Este templo, ubicado en la Plaza de la Constitución de Ciudad de México, cuenta con unas características únicas, además de ser considerada Patrimonio Histórico de la Humanidad.
En realidad, su nombre verdadero es Catedral Metropolitana de la Asunción de la Santísima Virgen María a los cielos de Ciudad de México.
Al tardar 200 años en construirse, su historia es extensa, pero antes explicaremos qué había antes de que se construyera.
Antes de ella y de la colonización española, se encontraba la ciudad del pueblo azteca, cuyo nombre era ciudad mexica de Tenochtitlan. En ella estaba el Templo Mayor, el cual contaba a su alrededor con calzadas para entrar y salir de la ciudad. Además, también se podía encontrar el centro de ceremonias de los indígenas.
El centro era de gran importancia para esta etnia, pues es donde realizaban el culto a sus dioses, principalmente a Huitzilopochtli y Tláloc.
Respecto a la estructura del templo, esta tenía forma piramidal en la zona de abajo mientras que en la de arriba era plana. Con dos escaleras para acceder a las capillas, el templo estaba bien ubicado, ya que las calzadas dispuestas en los cuatro puntos cardinales llegaban a él.
A mediados de 1524, Hernán Cortés, conquistador español, una vez colonizó y sometió a los pueblos indígenas, mandó construir un templo de religión católica donde se encontraba el Templo Mayor. La decisión de construirlo ahí fue por el tema de que todas las calzadas llegaban a ese punto central.
En 153, el papa Clemente VII la llamó Catedral, pero más tarde, en 1547, pasó a ser por el papa Paulo III la Catedral Metropolitana.
Como cabe esperar, los españoles utilizaron a los indígenas como mano de obra. Al principio se quería copiar la Catedral de Sevilla, ya que era enorme, pero resultaba difícil por la amplitud.
Debido a una serie de inconvenientes económicos y sociales, se tuvo que parar la construcción con solo algunos cimientos de ella.
Tiempo después, se planeó otra disposición, quedando la dirección de las bases de norte a sur, con tres naves que salían hacia los laterales y cada una con sus capillas. En 1585 fueron construidas las capillas y los nichos, y en 1596 los avances se podían observar notablemente.
Entre 1573 y 1615 se alzaron las paredes externas de la catedral, los pilares y otros elementos arquitectónicos.
Sin embargo, la parte interna tardó unas cuantas decenas de años porque estaba llena de detalles. En su interior, se realizaron pinturas de obras de autores de la Nueva España. Todo iba bien hasta que llegó 1929, cuando se inundó el lugar. Como el daño fue elevado, se pensó en hacer otra construcción en las colinas de Tacubaya.
Finalmente, en 1667 se terminó la última parte del templo y en 1675 la fachada de la catedral y algunas esculturas religiosas (Asunción de María).
Respecto a los campanarios y la cúpula, se hicieron en 1787, y en 1793 Manuel Tolsá culminó con el proyecto de construcción.
Por desgracia, en 1967 sufrió un incendio y las llamas afectaron a las pinturas y la estructura. En el caso del coro, se quedó sin asientos y los órganos se derritieron por el calor.
Su restauración comenzó años más tarde, donde se arreglaron los altares, se cambiaron las obras de arte y se mandaron los órganos a Países Bajos para su reparación.
Además, en 1990 se decidió realizar una reconstrucción para ajustar los desniveles en el piso de la catedral, ya que había problemas de hundimientos. Y se hicieron trabajos en el altar de los Reyes con una ayuda económica que dieron los Reyes de España.
A los alrededores de la catedral se encuentra el Sagrario Metropolitano,perteneciente al estilo barroco. Su construcción se realizó entre 1749 y 1760.
En sus inicios, el Sagrario Metropolitano servía para albergar todos los libros, archivos y vestimentas de los arzobispos. Pero más tarde, se centró en ser un lugar para la eucaristía. Su acceso se realiza por dos zonas: a través del portón que da a la Plaza de la Constitución y mediante la catedral a través de la capilla de San Isidro.
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Fuentes: México desconocido, Hablemos de Culturas y Catedral Metropolitana.
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Es bueno saber que este templo que fue construida en muchos años. Nos trae una historia muy bonita y la vez una experiencia.