Fragmento de uno de los módulos del “Curso de Experto en diseño geotécnico de cimentaciones superficiales“.
Hoy en día, es bien conocido que la especialización singular en cualquiera de las ramas de la ingeniería civil dejando de lado otras disciplinas suele estar abocado al fracaso: la visión multidisciplinar de cualquier problema de la ingeniería es fundamental para poder acotar su forma de resolución. En concreto, habitualmente en la ingeniería civil y la edificación no existen soluciones únicas a los problemas planteados, pues en un entorno multivariable como es nuestro ámbito económico, social, físico, tenemos que aspirar a acotar un conjunto de soluciones óptimas que consigan resolver las problemáticas de la forma más satisfactoria.
El objetivo actual del Ingeniero Geotécnico en nuestro mundo globalizado tiene que ser claro: cuando salimos de nuestro ámbito local de trabajo hacia otras regiones con sistemas políticos, económicos, culturales y sociales diferentes, no es conveniente intentar forzar el uso de las técnicas y métodos de prospección geotécnica o de cimentación que nos resultan más cómodos y conocidos, puesto que en muchas ocasiones estos no podrán ser realizados o, si lo son, no de la forma que esperamos. Por ello, conviene invertir un tiempo suficiente en desarrollar metodologías versátiles y que puedan ser lo más universales y adaptables posibles. Por ello, en los próximos años podremos comprobar como en la práctica geotécnica habitual se integrarán métodos de análisis de los entornos de trabajo mediante la aplicación de las Ciencias del Comportamiento, sobre todo de la Psicología Ambiental y de la Etología Humana. Esta última ha sido definida de estas formas:
- “Estudio del comportamiento humano y su bienestar en relación a los entornos sociofísicos” (Stokols y Altman, 1987)
- “Rama de la Psicología referida a proporcionar una descripción sistemática de las relaciones entre las personas y el ambiente” (Russell y Snodgrass, 1987)
- “Estudio de las relaciones entre el comportamiento y el ambiente construido y natural” (Bell et al., 2001)
Esta última definición es especialmente acertada para el concepto que aquí queremos transmitir: al mismo tiempo que se realiza un estudio científico riguroso de los métodos de construcción de cimentaciones que se pueden implantar en un determinado entorno por condicionantes puramente técnicos, se tiene que hacer también un profundo estudio etológico y psico-ambiental de los diferentes ambientes en los que se van a promover esta técnicas, ya sean como forma de mejora en sus proyectos de construcción o para evitar patologías geotécnicas naturales o artificiales (deslizamientos de laderas, licuefacción durante terremotos, colapsos, etc.).
Curso de Experto en diseño geotécnico de cimentaciones superficiales
La psicología ambiental ha comenzado a tener una gran presencia en el mundo de la ingeniería y la arquitectura en los últimos 25 años, habiendo aparecido varias publicaciones dedicadas a esta materia con vocación interdisciplinar. Adaptando la interesante descripción de van Andel (1995) sobre los hitos necesarios del estudio del comportamiento ambiental, se puede destacar cuál debería ser nuestro objetivo en el ámbito de la Geotecnia y las cimentaciones: estudiar el uso de la información geotécnica (conocimiento relacionado con el usuario) y el papel de su forma de presentación (a través de modelos; utilizando información gráfica e imágenes visuales; información multimedia a través de medios informáticos) en nuestro campo de diseño concreto (la investigación geotécnica y el desarrollo de nuevas soluciones de mejora de terrenos).
Así, se tendrá que diseñar una estrategia de transmisión de la información con estos hitos fundamentales:
- Formación de los técnicos locales de las nuevas metodologías de cimentación
- Demostrar a las Administraciones locales, regionales o estatales las ventajas e inconvenientes de las nuevas metodologías para que puedan establecer sus propios criterios de decisión sobre las mismas
- Formación del personal que ejecutará físicamente los trabajos
Aunque, hasta la actualidad, los objetivos principales de la Psicología Ambiental han tenido a la arquitectura sostenible como principal objeto de interés, en la disciplina de la Geotecnia y, en particular, en el desarrollo de investigaciones geotécnicas de campo se nos abre un campo de investigación muy interesante y que puede generar una mejora tangible y definitiva en aquellas regiones en las que se implante su estudio.
En estos casos, será fundamental conocer las técnicas vernaculares de construcción del entorno de trabajo, las características de los materiales disponibles y la formación de la mano de obra que será empleada en la confección de las mismas, así como de los sistemas de seguridad que se suelen emplear:
En estos casos, el diseño de las cimentaciones deberá tener en cuenta los métodos de seguridad necesarios y comprobar que estos sean accesibles para las personas que las construyan. Si en algún caso alguna fase de la obra no se puede realizar de forma segura, se deberá acudir a otro diseño que, si bien puede ser geotécnica y estructuralmente menos idóneo, podrá ser realizado sin peligro para las personas.
Pero no solamente debemos de quedarnos en la visión más técnica de la relación entre el ingeniero geotécnico y los nuevos entornos psico-ambientales en los que tiene que realizar su actividad, sino que debemos también formar a ese ingeniero en cuidar el aspecto “micro” de su relación con las personas, para lo que debemos también integrar en su formación conceptos clave de la Etología Humana, disciplina fundada por Irenäus Eibl-Eibesfeldt (Eibl-Eibesfeldt, 2007), y de la Antropología Cultural, que le ayudarán a comprender las técnicas de comunicación, comprendiendo las particularidades culturales y lingüísticas, las costumbres, la identificación de los líderes, etc.
En este sentido, especialmente importante será conocer la estructura jerárquica de los entornos en los que tenga que trabajar, identificando al líder del grupo local y estudiando su relación con sus superiores y subordinados, tanto en cuanto a relaciones oficiales como a aquellas oficiosas, de facto (Ofori, 2011; Ofori y Toor, 2012; Stogdill, 1948; Toor y Ogunlana, 2008).
Es de esperar que en los próximos años veamos un incremento de esfuerzos de la comunidad geotécnica en el estudio de nuevas formas de mejora de terrenos con materiales naturales o de reciclaje, adaptados a formas de ejecución manual o mecánica sencilla en aquellos lugares en los que los condicionantes económicos o geográficos no permitan la utilización de maquinarias o materiales especializados, pero con un tratamiento racional y científico: no podemos renunciar a aplicar las técnicas de análisis y diseño más avanzadas a los entornos más desfavorecidos, puesto que esa labor puede generar grandes mejoras en la calidad y seguridad de su entorno construido.
