Considerado como una de las grandes maravillas del mundo, el Gran Cañón del Colorado es uno de esos paisajes que quedan grabados en la memoria. Sus formas, dimensiones y colores, nos muestran buena parte de la historia geológica del planeta
En nuestro blog, queremos compartir con vosotros algunas de esas particularidades geológicas que lo convierten en uno de los paisajes más colosales que pueden llegar a admirarse en el planeta Tierra, así como todo lo que sabemos sobre su proceso de formación geológico.
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¿Dónde se encuentra el Gran Cañón del Colorado?
Siguiendo el curso del río Colorado, en el estado de Arizona en EE.UU., se extienden más de 446 kilómetros de paisaje majestuoso, que llegan a alcanzar más de 1500 metros de profundidad.
En él se integra el Parque Nacional del Gran Cañón, declarado Patrimonio de la Humanidad desde hace décadas. Creado en 1919, cuenta con más de 4,5 millones de visitantes anuales y una gran diversidad de ecosistemas, gracias a las variaciones de altitud y exposición al Sol.
Mucho antes del Gran Cañón
Mucho antes de que existiera el Gran Cañón, todas estas tierras se encontraban sumergidas bajo el mar, acumulandose estratos y sedimentos, que posteriormente pasarían a ocupar la superficie. Al final del período Cretácico, hace 70 millones de años, se iniciaría el proceso de orogenia que dió lugar a la formación de las Montañas Rocosas, elevándose así la meseta del Colorado.
Muchas teorías coinciden, en que la formación del Gran Cañón, no comenzó hasta hace 5,3 millones de años. En ese momento, el río Colorado, así como la formación del golfo de California, estimularían el proceso de erosión.
Las capas que hoy caracterizan el aspecto del Gran Cañón, nos permiten adentrarnos en la historia, así como en los diferentes periodos del tiempo, que han sido capaces de conformar lo que contemplamos hoy en día.
El poder de erosión del río Colorado
El río Colorado, puede ser considerado como el gran escultor del Gran Cañón. La gran fuerza de su caudal, así como la incidencia del deshielo de las glaciaciones y la humedad característica del territorio, provocaría una erosión en la roca incontrolable.
Como resultado, 1.500 metros de caída vertical, de manera que hace un millón de años, la profundidad del Gran Cañón, era la misma que la que hoy vislumbran sus visitantes. El proceso de erosión, aunque de manera mucho más lenta, también sigue teniendo lugar hoy en día.
Las antiguas rocas del Gran Cañón
La gran mayoría de las rocas que conforman el Gran Cañón, son sedimentarias, formadas por sedimentos de arena o lodo, que poco a poco van agrupando en capas más gruesas, y con el paso del tiempo, se logran comprimir en forma de roca.
En el caso de las dunas de arena, fueron consolidadas en arenisca, el lodo se comprimió en pizarra y las conchas de animales marinos en piedra caliza.
Podemos hablar del proceso de formación cronológica del Gran Cañón, como superposición. De esta manera, las rocas que se encuentran en la superficie, acumulan menos años que aquellas que encontramos más abajo.
También, en el fondo del Gran Cañón, podremos encontrar las únicas rocas no sedimentarias, el trono de Vishnu y el granito de Zoroastro. Estas últimas, culpables de las hermosas venas del paisaje en el granito rosado.
Otras teorías sobre su formación
Los científicos, llevan más de 150 debatiendo sobre el origen del Gran Cañón. Podemos resumir las dos principales corrientes, entre aquellos que defienden que el río Colorado socavó la mayor parte de la garganta durante los últimos 5 millones de años, y por otro lado, aquellos que afirman, que diferentes ríos socavaron cañones ancestrales sobre la misma ruta. De esta manera, nos encontramos entre un “Gran Cañón más joven” y un “Gran Cañón más antiguo”.
Nuevas investigaciones, podrían augurar que lo que realmente sucedió, se encontraría a medio camino entre ambas teorías. Esto sucede, puesto que se ha descubierto cómo existen diferentes partes del cañón, que se han llegado a formar en momentos distintos del tiempo.
Estos trabajos, se han llevado a cabo a partir del uso de la termocronología, pudiendo así calcular la erosión, analizando muestras de rocas o a partir de datación por huellas de fisión en apatito, que permitiría contar el número de senderos que han sido excavados en los cristales de apatito.
De esta manera, se ha podido concluir sobre como uno de los segmentos más antiguos, denominado “El Huracán”, podría haber sido socavado hace más de 55 y 70 millones de años, mientras que la sección denominada “Gran Cañon Occidental”, podría no haber comenzado hasta hace 25 millones de años.
Es por ello, que mientras que estas dos secciones, fueron conformadas por distintos ríos, el río Colorado, se encargó de dicha tarea durante los últimos 5 millones de años, uniendo ambos cañones.
A pesar de que existen detractores para todo tipo de teorías, lo que sí debemos tener en cuenta, es que probablemente el Gran Cañón, lleve consigo una historia complicada.
Y tú ¿has tenido la suerte de contemplar el Gran Cañón? ¡Es sin duda una maravilla geológica que no deja a nadie indiferente!
Fuentes:
Fundación Aquae
Miviaje.com
National Geographic
James Kaiser
Historias y Biografías
El País