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La presa Hoover: su altura y su construcción

Si tenemos que poner un ejemplo de la ostentosa y espectacular ingeniería estadounidense esa es la presa Hoover. Construida durante la Gran Depresión, fue considerada como el mayor proyecto de represas del mundo y en su construcción se usaron técnicas que no habían sido probadas hasta el momento. Hoy te contamos todo sobre la presa Hoover y su impresionante construcción.

Historia de la presa Hoover

Si nos situamos en el siglo XX, según los informes de aquella época, existía un gran problema en la zona de California: el río Colorado sufría continuos desbordamientos e inundaciones allí por donde pasaba, mientras que en California escaseaba un recurso tan preciado como el agua. Es por eso que a los ingenieros de la época se les presentaba un serio problema: cómo solucionar los desbordamientos y la escasez de agua en California.

Una presa podría resolver ambos problemas. Entre los años 1931 y 1936, se construyó la mayor presa en el mundo en aquel momento, en la frontera entre Arizona y Nevada, situada a 48 kilómetros al sureste de Las Vegas. 

Más de 7000 personas trabajaron en conjunto en la presa, pero más de un centenar perdieron la vida en su construcción. Las altas temperaturas que había dentro de los cientos de túneles de cemento, el clima extremo, el caudal del río Colorado y la topografía del lugar, se unieron a la peligrosidad de los trabajos, lo que hacían de su construcción un trabajo difícil y arriesgado.

Curso de Auscultación de Presas

Su nombre también tiene historia, y es que a las presas se les suele dar el nombre de presidentes, por lo que tenía todo el sentido darle el nombre del presidente que impulsó su construcción, Herbert Hoover. Sin embargo, el presidente de aquella época, Herbert Hoover tenía muy mala fama, los ciudadanos lo culpaban por la Gran Depresión. Es por eso que, durante un tiempo, la presa se llamó Boulder. No es hasta 1947, cuando el gobierno la renombró como Hoover, porque el nombre de Boulder no tuvo mucho éxito.

La construcción de la presa Hoover también trajo consigo la creación de un pequeño poblado en las cercanías del gran proyecto. El poblado, llamado Boulder City hospedaba a los más de 5000 trabajadores de la presa, e incluso contaba con un hospital, un centro comercial, bancos, escuelas y una comisaría de policía.

Además, el agua que retiene la presa Hoover forma un gran lago, el Lago Mead, llamado así en honor a Elwood Mead, ingeniero que ideó la presa. Este lago contiene 32,24 kilómetros cúbicos de agua, lo que equivale a cubrir todo el estado de Pensilvania con 30 centímetros de agua. En la actualidad, el agua del Lago Mead recorre unas enormes cañerías generadoras de electricidad a más de 4 kilómetros de distancia y genera electricidad para 1,3 millones de personas.

lago mead
Lago Mead

 

Altura de la presa Hoover

La presa Hoover es una de las obras de ingeniería más famosas del siglo XX a nivel mundial. Cuenta con una altura de 220 metros, una longitud de 380 metros y una anchura de base de 200 metros.

Se emplearon 3.3 millones de metros cúbicos de hormigón para la construcción, formando una base 200 metros de grosor y tan solo 15 metros de coronación. Esta construcción no tenía precedentes, nunca antes se había construido una estructura de este volumen.

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Construcción de la presa Hoover

La Presa Hoover es una presa de hormigón del tipo arco-gravedad. Su construcción se inició el 11 de marzo de 1931, cuando se firmó el contrato de arrendamiento a seis empresas constructoras. A partir de ese momento y durante los siguientes 5 años, tuvo lugar una de las mayores construcciones hechas por el hombre en el mundo, con las necesidades de materiales y personal necesario para llevarla a cabo. Antes de comenzar con su construcción, tuvieron que resolver la cuestión del transporte de materiales y también la organización de la plantilla de obreros en una zona tan inhóspita situada en pleno desierto, con el agravante de que la construcción de la presa Hoover debía tener lugar a 224 metros por debajo del borde del cañón.

El problema del transporte de materiales también supuso una innovación. Para su transporte se creó un complejo sistema de diez cables aéreos de 2 kilómetros de longitud, que recorrían el ancho del cañón. Con este sistema se manejan gran cantidad de materiales de construcción, facilitando así, la manipulación de equipos y maquinaria. Como dato curioso, decir que estos cables siguen en funcionamiento en la actualidad y han servido para movilizar materiales cuando ha sido necesario reparar turbinas o generadores y cambiar algún material.

Hasta completar la edificación del lado de Arizona, los trabajos llevaron un ritmo lento por el peligro de las inundaciones. Tras completar los túneles y desviar el río en esa zona, las tareas cogieron un ritmo más rápido y se construyeron ataguías para proteger la obra de las inundaciones.

La excavación de la presa se realizó sobre roca sólida y se retiraron más de 1.150.000 metros cúbicos de material. Por otro lado, para desviar el flujo del río alrededor de la construcción, se crearon cuatro túneles de derivación de 4880 metros de largo, dos por la parte de Arizona y dos por la de Nevada, con 17 metros de diámetro.

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Uno de los problemas que surgió en la construcción de la presa Hoover fue el calor producido por el hormigón. Se calculó que, si la presa se hubiera construido en un solo bloque de hormigón, hubieran sido necesarios 125 años para enfriarse a temperatura ambiente, y las tensiones por el enfriamiento hubieran sido tan grandes que las grietas resultantes habrían destruido la presa. Es por esta razón que su construcción se hizo en ménsulas trapezoidales y la refrigeración del hormigón se realizó con tubos de acero de 2,5 centímetros de diámetro, por donde circulaba el agua del río a unos 4 grados de temperatura. En el momento en que una zona de bloques se enfriaba, las tuberías se cortaban y se rellenaba de lechada. Para su finalización hicieron falta 1000 kilómetros de tuberías que consiguieron enfriar la estructura.

En la actualidad, se continúan haciendo análisis de forma periódica para comprobar su estado, ya que, debido a su gran altura y a la proximidad con fallas geológicas, se cree que existe peligro de rotura por el movimiento de la tierra.

 

Fuentes consultadas: Revista de Obras Públicas, 1990; 360enconcreto; victoryepes

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