En el corazón de la antigua ciudad de Babilonia, donde comienzan las mejores historias, se alzaba un monumento que a día de hoy sigue fascinando a cualquier viajero por la solemnidad de sus altos muros de color azul cobalto. Convertida el símbolo del esplendor del Imperio Babilónico, la imponente Puerta de Ishtar nos lleva de viaje al centro mismo de la antigua Mesopotamia, tal y como era en el siglo VI a.C, cuando se construyó como entrada al templo de Marduk.
Hoy, desde Ingeoexpert, te traemos la fascinante historia de la Puerta de Ishtar y te contamos todos los detalles sobre su construcción.
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Un monumento milenario que sigue cautivando por su historia
La historia de la Puerta de Ishtar y el hecho de que haya logrado sobrevivir hasta nuestros días es casi tan increíble como su contemplación. Sus majestuosos dragones y toros continúan dando la bienvenida a un fragmento de historia que nos habla de una de las civilizaciones más importantes de la humanidad. A continuación, realizaremos un viaje en el tiempo para descubrir los secretos que se esconden tras estos muros tan azules.
¿Qué función cumplía la Puerta de Ishtar?
Los ríos Tigris y Éufrates bañaban las orillas de la antigua Babilonia, hoy Irak, una metrópolis que en su momento fue la más importante del mundo gracias a la labor del rey Nabucodonosor II que construyó en ella innumerables templos y palacios.
¿Cuánto mide la puerta de Ishtar?
Con sus 15 metros de altura y casi 25 metros de ancho, la Puerta de Ishtar es todo un emblema del Medio Oriente. Su impactante dimensión impresionaba a todo aquel que se acercara a visitar la metrópolis de Babilonia y recibía con ceremonia a quienes rendían culto al dios durante las fiestas del año nuevo. Construida alrededor del año 575 a.C esta puerta custodiaba y hacía de antesala al templo de Marduk.
El origen de su construcción
La puerta de Ishtar fue mandada construir por el rey Nabucodonosor II “El Grande”, como parte de un proyecto de renovación de la ciudad. Este dato se conoce porque su nombre está escrito en los ladrillos. Seguramente el gobernador más importante de Babilonia, Nabucodonosor II, emprendió diversas campañas militares en Siria y Egipto, además de conquistar la ciudad de Jerusalén; pero sobre todo, es recordado por haber llevado al esplendor arquitectónico la ciudad.
Se sabe que su construcción se llevó a cabo en tres fases que aún hoy día siguen en debate. Un equipo de investigadores ha elaborado un estudio geomagnético para datar los ladrillos de cerámica y poder concluir cómo fue el proceso de construcción de esta obra, si hubo cambios en el proyecto mientras se edificaba o si alguien más pudo haber colaborado en su diseño.
La Puerta de Ishtar, catalogada en un principio como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo por el poeta Antípatro de Sidón, fue concebida como parte de un monumento más amplio que comprendía el templo de Marduk y la Vía Procesional hasta el Templo.
Formaba parte de las 8 puertas que daban acceso a Babilonia, ubicada ésta en la zona norte, y tras cruzarla, se abría un camino que conducía directamente al corazón religioso de la capital. Por esta Vía Procesional en la celebración del año nuevo se cargaban en procesión las estatuas de los dioses en un festejo que convocaba a toda la ciudad.
¿Cómo era la Puerta de Ishtar?
La puerta debe su nombre a la diosa Ishtar, diosa babilónica de la guerra, el amor, la vida y la sexualidad, que recibía el título de Reina del Cielo y Señora de la Tierra. Eso explica que un monumento de tal importancia fuese construido en su honor. La Puerta de Ishtar no era un simple elemento decorativo, sino que cumplía la función de dar la entrada a la ciudad de Babilonia con una estética que la convertía en obra de arte.
Para hacerla destacar, se eligió cerámica de vidrio de un intenso color azul lapislázuli para el revestimiento interior, lo que aportaba su llamativo aspecto si se tiene en cuenta que a su alrededor los edificios eran rojizos, y se emplearon ladrillos de adobe para la estructura.
Sobre el fuerte azul de las teselas se encontraban 575 relieves en dorado de figuras que representan dragones, leones y toros; tres figuras con un profundo simbolismo en la cultura mesopotámica. El dragón era asociado a Marduk, su dios más importante, mientras que los toros y los leones simbolizaban a Adad e Ishtar.
Ubicación de la puerta de Ishtar en la actualidad: Berlín
Durante siglos enteros el monumento permaneció completamente oculto por la arena del desierto y no fue hasta el siglo XX cuando volvimos a tener noticias de la existencia de su grandeza. En 1902, en unas excavaciones arqueológicas alemanas, el monumento fue redescubierto por Robert Koldewey. Después de llevar a cabo las tareas de catalogación necesarias se decidió su traslado a Berlín en 1930 para el estudio y la reconstrucción parcial de los restos.
Actualmente, se puede visitar en el Museo de Pérgamo de Berlín, aunque algunas de las figuras esculpidas originales también se encuentran en Estambul y Estados Unidos.
Además, en su emplazamiento original en lo que hoy es Irak, se instaló durante el gobierno de Saddam Hussein, una réplica de tamaño real que posibilita a los turistas imaginar cómo era la construcción en su momento. Este emplazamiento se encuentra ahora custodiado por el Ejército de los Estados Unidos.
La Puerta de Ishtar para la arqueología
Hace casi 2500 años que se construyó la Puerta de Ishtar, sin embargo, hoy en día nos sigue cautivando con su impactante belleza y su curiosa historia.
La Puerta de Ishtar es todo un testimonio para la humanidad no sólo como prueba de la grandeza del Imperio babilonio, sino que además, también actúa como recordatorio de la importancia de cuidar, mantener y preservar el patrimonio artístico de las civilizaciones más antiguas.
Su redescubrimiento ha resultado ser un pilar imprescindible para la comprensión que se tiene del arte, la religión y la arquitectura de la época. Cada pequeño detalle es un símbolo que nos habla de la cultura y los valores de la antigua Babilonia. Conocer la increíble capacidad técnica de esta civilización permite asimilar nuestro pasado y comprendernos mejor en el presente.
Es por ello, que la labor educativa de instituciones especializadas, como Ingeoexpert, en el desarrollo de profesionales de áreas como Ingeniería civil, Ciencias de la Tierra y Arquitectura es tan importante para preservar, continuar investigando y poner en valor las grandes obras arquitectónicas del pasado.
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Si algo nos enseña la Puerta de Ishtar es que el pasado no es simple pasado, es el hilo que nos conecta hacia el futuro. Conoce nuestra labor y continúa descubriendo los secretos mejor escondidos de la historia de la humanidad.
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