El proyecto, valorado en 130 millones de dólares, se erige como pionero dentro de la ingeniería de abastecimiento de agua.
La empresa pública saudí Advanced Water Technology (AWT) será la responsable de liderar este proyecto de ingeniería civil, que se desarrollará a lo largo de tres años y que implicará la construcción de la desaladora solar y de, adicionalmente, una planta fotovoltaica de 20MW. Ambas estarán separadas por una distancia de dos kilómetros.
La desaladora solar será capaz de producir 60.300 metros cúbicos de agua cada día gracias un proceso de ósmosis inversa. 60.000 de ellos irán destinados íntegramente a abastecer la ciudad de Al-Khafji, mientras que los restantes se emplearán en la propia desaladora, como consumo interno.
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Ósmosis inversa para conseguir agua potable
Existen diferentes métodos para transformar el agua salada en apta para el consumo humano. Una de ellas, la ósmosis inversa, es una tecnología empleada para la purificación de agua potable a partir de agua de mar que extrae la sal y otros elementos de las moléculas de agua para convertirla en consumible empleando una membrana semipermeable y presión.
¿Cómo lo hace? Para lograr la desalación por ósmosis inversa se necesita una membrada semipermeable, la cual elimina las partículas innecesarias del agua potable. El proceso consiste en aplicar presión para vencer la presión osmótica del agua, de modo que los elementos suspendidos en el agua (de distintos tipos, que incluyen por ejemplo bacterias) quedan en el lado presurizado de la membrana semipermeable, mientras que el agua, depurada, pasa al otro lado.
TYPSA supervisará la desaladora solar
TYPSA, el grupo que conforman empresas de consultoría de ingeniería civil, arquitectura, industria y energía, y medio ambiente, ha resultado adjudicataria de los trabajos de revisión del proyecto constructivo y la supervisión de las obras de la planta desaladora de Al Khafji y de su planta fotovoltaica.
Como apuntan en el comunicado publicado en su web corporativa, el proyecto “constituye un hito en la búsqueda de soluciones sostenibles en el campo de la gestión del agua”. Mientras que el diseño, construcción y puesta en marcha de la desaladora llevará 2 años, el periodo de garantía de un año extenderá las labores de TYPSA hasta los 3 años mencionados.
Al-Khafji, con una población de unos 60.000 habitantes, está situada en el Golfo de Arabia, a tres kilómetros y medio de la frontera de Arabia Saudí con Kuwait.
La importancia de la desalinización
El agua de mar tiene sales minerales disueltas que provocan que no sea potable para el ser humano. Consumir grandes cantidades de agua marina puede llegar a provocar la muerte. Sin embargo, la mayor parte del agua que existe en la Tierra es salada (apenas un 1 por ciento del total es potable).
Transformar el agua del mar en agua apta para consumo humano es una de las formas de contrarrestar la escasez de agua para consumo humano. No solo para el consumo directo, sino también para usar en agricultura.
Es en este punto donde entran los procesos de desalinización. Aunque son muchos los siglos que el ser humano lleva practicando esta tecnología, son los últimos avances los que están consiguiendo abaratar los costes y, como en el caso que presentamos en este artículo, hacer que pueda acercarse a la sostenibilidad.
Durante los próximos meses, desde Ingeoexpert prestaremos especial atención a la primera desaladora que funciona con energía solar del mundo, a las fases de su desarrollo y a su puesta en marcha, dado que se trata de uno de los avances más importantes de la ingeniería civil en general y de la búsqueda de la eficiencia energética en particular de los últimos años.
Fuentes: Obras Urbanas, TYPSA.